top of page

LA SÉPTIMA RUEDA

  • 3 may 2018
  • 3 Min. de lectura

ree

Ser la séptima rueda no es divertido. No importa la edad que tengas. Cuando todos tus amigos están en pareja y tú no, puede ser un poco peligroso salir con ellos. Todo está bien, disfrutas de tu soltería. Nadie te molesta, no le rindes cuentas a nadie, sales cuando quieres, haces lo que quieres, no le tienes que responder los mensajes a nadie, salvo a tu mejor amiga que es peor que tu flaco, pero fuera de eso, vives una vida feliz y relajada. Todo en tu vida está bien, hasta que de pronto todos tus amigos emparejados deciden que tu vida es triste y que necesitas salir de tu casa con ellos a “divertirte”, porque claro pobre de ti, soltera, sin nadie que le huela las medias y la espere como perro a su dueño. Si se muere en su departamento, nadie la encuentra en días. Hacen de su misión salvarte de una muerte triste y sola. Creen que nacieron para ese momento. Salvar tu solitaria y deprimente existencia. Primero una pareja te propone salir, insisten tanto, que aceptas, ¿qué tan terrible puede ser? Los 3 conversando una noche, tal vez te ayude a salir de tu etapa de topo recluto. Luego en su chat de parejas (lo tienen, acéptenlo) se pasan la voz, y se une una pareja más. Dos parejas y tú, te da un poco de alergia pensarlo. Pero haces uso de la clase de prueba de yoga a la que fuiste, en la que te enseñaron de la importancia de respirar #sinorespirastemueres, y después de secarte una copa de vino a las 4 de la tarde, aceptas. Horas después estás saliendo al restaurante en el que quedaron en encontrarse, y te mandan un mensaje informándote que una pareja más está yendo. Tres parejas y tú, te cagaste, no hay quien te salve. Eres la séptima rueda. Llegas al restaurante, vas directo al bar y pides un shot de tequila, #líquidodesobreviviente. Te quedas unos minutos ahí, identificando todos los puntos de escape. De pronto te ven y te llaman a la mesa, están demasiado emocionados para tu gusto, te asustas un poco. Solo hay dos parejas. ¿Dónde está la tercera pareja? Un par de segundos después, los ves. La tercera pareja, acompañada de un individuo, otro pobre soltero probablemente también engatusado. El lugar se llena de incomodidad por parte tuya y del otro iluso y emoción por parte de las parejas que parecen haber tenido un orgasmo comunal, al ver su plan en acción. Saludas tratando de portarte como persona #soymásintrovertidaqueuntopo. Y empieza la diversión. Empiezan las preguntas ensayadas y los cumplidos forzados. Estás en vitrina. Eres un objeto #pruebesesincompromisocasero. Ahora sí, trágame tierra, ojalá Jurassic Park se haga realidad y entre un dinosaurio, sería ideal que haya un terremoto en este momento y empiezas a rezarle a la pachamama para que algo pase y puedas retirarte con algo de dignidad. Sabes que después de esa noche tendrás que ir a terapia de nuevo. Empiezas a hacer cuentas, cuanto te va a salir esta gracia. Cada sesión a 150 soles si vas al terapeuta de siempre. Luego te acuerdas que no puedes regresar, porque te dijo que ya no podía ayudarte. Después de una hora de insoportables comentarios, risas falsas e incontables martinis, te das cuenta de que este espécimen masculino no está del todo mal, al fin y al cabo él está en la misma situación que tú. Él también fue engañado y humillado por sus supuestos amigos. Así que al final de la noche, sintiendo todo el valor que te han dado las bebidas espirituosas que te has empujado, le pides su teléfono. Si carajo, las mujeres también hacemos eso. Y él…


Esta historia continuará.

 
 
 

Comentários


bottom of page